El Mundo Paralelo de mi sentir

Hoy me canse de tener tantas  alertas en mi calendario. Todas ellas me recuerdan  que ya esas  personas  están vencidas...  Ahora que he visto el camino prefabricado  de estos tiempos de crisis ,  donde el COVID -19 nos  ha obligado a dividirnos  de quien creíamos cercanos,  es donde debo plantearme  qué soy y  qué quiero dar. Han sido tiempos difíciles  y días raros donde nos  volvemos incapaces  de tomarle la atensión  a nuestra existencia.  Y otra vez el calendario  me alerta que tengo  personas vencidas ,  pero esta vez lo  descarto y continuo... Sin embargo la noche del  sábado trajo ese recuerdo ,  esa ultima reflexión que hasta el  día de hoy toca las fibras  más profundas del alma.  Y luego con un tras tras  como arte de magia ya  teníamos    aquella  conversación    pendiente  donde algunas veces se  tomaba el chat para escribir  pero luego ,luego se borraba  y quedaba ahí en eso en  únicamente querer volver  y no se volvía .  Y fue donde comprendí que cuando descarte otra v

  En medio de la crisis  sufrida por el COVID-19  aun no sé como se siente  que se les haya quitado  los afectos a los seres humanos. Sin embargo todos tenemos a alguien que nos saque del naufragio,  y no se trata de estirar la mano y que nos levanten en los momentos críticos , si no que te brinden su tiempo  en todo momento. Algunas personas cuando  llegan ,llegan para tatuarse  hasta la raíz , y uno no  quisiera tener una fecha  de caducidad. En tiempos tan difíciles   donde los abrazos están prohibidos  y los dispositivos móviles son la única conexión , es un privilegio  contar con algún ser humano  como vos que dan luz, que inspiran , que nos impulsan a ser mejores. Que nos regalan conversaciones para  el alma, por que al igual que la palabra siempre no es para cualquiera,  estás conversaciones tampoco. Por que para regalar vida hay que  sentir y tener alma.

  “ Me acosan las ironías de mi vida”  -The Last Samurai Dicen que uno en el camino debe  de dejar una huella , sin  importar el desierto que  sea.  No obstante fui sacrificada  a la hoguera , en mi  momento más frágil,  tenía un puño de  sentimientos en el pecho un adíos de abuelita sin  asimilar. Sin importar nada ni nadie  fui  quemada con el más  grande  de los odios. Me arrebatarón  las  esperanzas, las ilusiones ,   y me dispararon  directamente  al alma. Nunca me había sentido tan  miserable , me  dieron por  el orgullo, no hay arma  más poderosa  que las  palabras y ese fue su gran fuego. Ladrona, así me juzgaron y se  dejarón decir, yo nunca hubiera  querido salir por la puerta trasera.  Pero la canallada en medio  de aquel dolor por la  pérdida terrenal de abuelita  poco importo.  Me desgarraron poco a poco dejándome sentir , inútil , indefensa ,  y el peor ser humano de la vida. Lo cierto es que detrás de tanta dureza  existe una fragilidad terrible , algo  así como las cebo

“La vida no es la que uno vivió,  sino la que uno recuerda,  y cómo la recuerda  para contarla” -Mario Benedetti. El 9 para muchos es cualquier número,  sin embargo para mi no lo es. El 9 fue el día que quisiste partir  allá donde papi , como  bien decías hasta que la  muerte los separe.  Te fuiste sin maletas, sin  abrazos , sin avisar , te  fuiste tan de repente que  no hubo tiempo para  un adiós.   No se vale que  la última vez haya sido por una pantalla de  celular , te merecías  un adiós con abrazos y  muchos perdón.  Me dejaste esperando  esta navidad con  una cena servida , y  una silla vacía.  Pero sobre todo dejaste el libro de tu vida sin  dedicatoria y un gran vacío.